Cosas que echo de menos en el extranjero (4): los ascensores

Porque los que he encontrado fuera de España, los puedo contar con los dedos de la mano.

No es que sea un vago extremo y por eso eche de menos los ascensores en todas partes, pero cuando uno llega a la que será su nueva casa y hay que subir varios pisos con las maletas, o llevar las bolsas de la compra otros tantos, se echa de menos lo confortable que es un ascensor.

Mi buzon, entre los otros en el portal
¿Ascensor? Ni uno. Es el portal de mi casa en Berlin.

En Joensuu, sólo vi ascensores en los pisos de la calle Suvikatu (junto con el Science Park) y debía de ser por ser uno de los pocos edificios con más de 5 plantas y estar lejos del centro, pero el resto de edificios que visité no tenían ni uno.

En Berlín ocurre tres cuartos de lo mismo: al ser todas las casas del centro de construcción antigua, en esa época o bien era un lujo tener ascensor o bien no existía (aunque todo tuvo que reconstruirse tras la segunda guerra mundial). Además, como está ya todo construido, ya no hay espacio para instalarlos y ver un edificio con ascensor en Berlín es una rareza. Ejemplo, mis escaleras. Lo que se sufre al subir el sofá y la lavadora por esas escaleras…

Escaleras

En Madrid hasta los pisos del centro se han arreglado para tener un ascensor, pero aquí no es posible, y por eso vivir en un bajo o primero esta bastante cotizado (con lo que la gente más mayor vive ahí y los jóvenes están relegados a subir escaleras durante muchos annos). La cosa de que, en general, los bloques de pisos de más de cuatro plantas son una rareza (tanto en Finlandia como en Berlin) también contribuye a que se los ascensores no se instalen.

Más escaleras

Eso sí, no hay centro comercial sin ascensores. Cosas del consumismo accesible.