Sin sangre: una anécdota rara en Finlandia

Ayer yendo a la uni, al lado de mi casa me resbalé con el hielo y estuve a punto de caerme. Me reí y miré a la gente que estaba esperando en la parada del bus que, por supuesto, lo habían visto.

No se reían y miraban para otro lado.

Estas cosas sí que me hacen sentir raro.