Frases aleatorias

Hasta pronto

Esto es una canción que Calamaro compuso en el décimo aniversario de la muerte de Miguel Abuelo. No se ajusta del todo, pero se entiende:

Miguel
no sé por que me puse
a pensar en él
será que no tuve tiempo
para entenderlo todo
aquella vez

Miguel
poéta fértil de verdad
llegó con dos canciones
que volvió a escribir otra vez
vivir
dejaste gloria y regalaste historia
con tu compás gitano
me llevaste de la mano
a la pequeña gloria
de tocar con él, abuelo

Miguel
nos volveremos a ver?
es dificil saber
Miguel
habría tantas cosas que contar
que yo ni sé
sé que estuve escuchando
las historias de camiónes de Miguel

nunca mas volví a ver a otro como él

El resto, aquí.

Y por supuesto, algun trozo más de otras canciones

[…]Y si vuelvo a algún lugar nuestro
voy a sentir tristeza
y espero con entereza
saberlo llevar
La canción de dos ciudades
demasiado separadas
[…]

Más aquí

[…]Y tu nombre flotando en el adios[…] […]Nostalgia de las cosas que han pasado
arena que la vida se llevó
pesadumbre del barrio que ha cambiado[…] […]ya nunca alumbraré con las estrellas
nuestra marcha sin querellas
por las noches de Pompeya Joensuu
Las calles y las lunas suburbanas[…]

Todo eso viene de esto.

Las canciones que hablan de pérdida de mujeres hoy me recuerdan a la pérdida de un amigo. Sabes que la categoría «Gente» de posts hoy se queda corta?

Buen viaje y hasta pronto. Que también documentaré el reencuentro en Pontevedra dentro de 31 días.



Hoy se va Miguel

Cuando se fue Michel ya ví un pequeño esbozo: no vi cómo la habitación se iba quedando más desnuda a cada vez que bajaba a decirle algo a Miguel y ver qué se tiraba, qué se llevaba, qué no podía tirar, y cómo descolgaba cosas de las paredes, entre ellas la bandera del Jippo Joensuu que siempre estuvo ahí.

Miguel fue haciendo un post diario relatando cómo se iba sintiendo los últimos tres días. Tres, Dous, Un. Magníficos, y dentro de poco yo también sabré de lo que habla. Pero ahora mismo estoy ocupadísimo finiquitando muchos trabajos para muchas asignaturas.

Dentro de un par de horas la última comida juntos, después de hacerlo casi a diario durante mucho tiempo. A las seis un adiós en la estación que, no engañamos a nadie, será un hasta pronto: dame un mes y estoy ahí. Dame mes y medio y nos vamos a Rotterdam a ver a Bjarne y (quizá) a Florian.

Que esto se acabe no es justo. Tener que irse no es justo.
Pero si la vida fuera justa no sería lo que es.



Siete días

Que, a parte de ser el número de días que me quedan en Finlandia (arg!) es el nombre de un periódico sensacionalista finés (otro más! Otro día tendré que hablar del tirón de estos periódicos en Finlandia): 7 päivää.

Estos días le están dando para el pelo e incluso boicoteando el periódico porque ha sacado el número de la semana con un Lordi sin maquillaje en la portada (pinchad sobre este enlace bajo vuestra responsabilidad).

Lordi había pedido que no se mostrasen fotos suyas ni de ninguno de los miembros de la banda por respeto, porque ellos no querían que sus rostros se conocieran: la identidad del grupo va ligada a las máscaras, a la teatralidad: quién sean ellos no importa. Por eso me parece magnífico que los fineses, en un arrebato de hacer lo que se debe (como siempre) estén boicoteando a la revista en cuestión.

En España se hacen eco también de la foto y, con rabia, ponen a escarnio público a Lordi, una persona que, por sus declaraciones, revela tener más cabeza que todos los periodistas del corazón juntos. Para ver cómo algunos españoles no saben perder, este es tu enlace. Aviso, ese enlace también tiene foto de Lordi sin maquillaje! Lo digo porque he visto a mucha gente pinchar ayer y no quiero que se me responsabilice a mí. Como he dicho al principio del párrafo, se hacen también eco de la foto.

Yo hubiera respetado su voluntad… ¿Y vosotros?

Actialización: El boicot incluso tiene página web oficial. En finés, claro.



Black Jack

Hace tiempo comenté que los fineses eran un poco ludópatas. Las máquinas tragaperras estaban en todas partes, incluidos quioscos y en el barco los chavales, que habían visto a sus padres hacerlo, se ponían a jugar también.

Eso no es lo único que pasa en Finlandia respecto al juego. En las discotecas hay también para jugar al Black Jack.

Para entrar a las discotecas finesas hay que tener normalmente más de veintidós (22) años, con lo que así se aseguran que pueden ir gente que pueda jugar. Las noches en el Giggling Marlin son un buen momento para jugar. Adam, Michel y en menor medida Miguel se apuestan un par de euros a ver si se ganan una cerveza o, en el peor de los casos la pierden.
La cosa es que el juego es adictivo: Krutki (Dominik, mi compañero de piso del primer semestre, apodado ahora «el corto», krutki en polaco) llegó a perder en una noche unos cien euros y Adam tampoco se quedaba atrás.

Yo no he llegado a jugar, pero un día me contaron algunos trucos para tener más posibilidades de ganar que ya he olvidado y que venían de uno de los crupieres del Giggling.

Hagan juego
Hagan juego