Concierto de Ismo Alanko

Llevaba unas semanas sin ver a mis finnish friends por incompatibilidades en nuestras agendas pero la semana pasada al fin pudimos volver a quedar. Me propusieron ir a un concierto de un tal Ismo Alanko. La verdad es que no tenía mucha idea de quien era él y acepté a ciegas, más que nada porque me apetecía un concierto y porque me dijeron que Ismo es de Joensuu (aunque actualmente vive en Helsinki), por lo que sus conciertos aquí siempre son especiales.
No terminé de atar cabos hasta que ví esta foto y realmente me empecé a interesar por el tema. Esa foto salía en el pequeño cuadernito que nos enviaron sobre Joensuu con el resto de los papeles del erasmus, en la parte de la cultura de Joensuu. La cosa pintaba cada vez mejor.

El sábado por la noche quedamos para ir directamente al concierto, teniendo que sacrificar la sauna, pero había que hacer el esfuerzo. Me enfundé la camiseta de los conciertos (1978) y de paso mi sudadera nueva comprada en Tallín por la cuarta parte de su precio normal.

Listo para el concierto
Listo

Fuimos en coche sobre el resbaladizoo granizado gigante que son las calles de Joensuu ahora que ha empezado el gran deshielo y llegamos rato antes de empezar el concierto. Había menos gente de la esperada pero de todas maneras llegamos bastante pronto. Jóvenes de todas las edades, no tan jóvenes y los clásicos fineses borrachos dando la nota amenizaron un poco la espera por Ismo y los CMX, sus teloneros. Los datos del concierto están aquí.

Ismo Alanko
Foto en plan guay

Después de esperar un rato empezaron los CMX, unos heavys que han vuelto del retiro pero que tenían algo de buen gusto y caña suficiente. El cantante de CMX es tenido por un intelectual por los temas de losq que van sus canciones y por haber escrito un par de libros de poemas. Mi finnish friend, sin embargo, me decía que las letras tampoco estaban muy cuidadas y que en alguna de las canciones había unos versos del Kalevala.

Los teloneros
Los teloneros


Vídeo sin música de los CMX

Después de CMX vino un descanso, y nos sentamos un rato después de tanto rato de pie. La gente se fue a beber también. En el concierto podía entrar gente de cualquier edad, así que para la venta de alcohol tienen un recinto vallado dentro del concierto, como una especie de bar con seguridad pidiendo carnets para entrar y donde confinan a los borrachos para que no molesten tanto. El kindergarden de los borrachos, vamos. Aun así alguno salió de las primeras filas acompañado de sus amigos para tomar el aire mientras duraban los conciertos.

Los borrachos están confinados
;Los borrachos, encerrados

Después de la pausa salió Ismo al escenario. Un rato antes pude ver a su madre (antigua compañera de trabajo de uno de mis finnish friends) paseando por el recinto con su nuevo novio (¿?) pero luego les perdí de vista. En ese momento, antes de que llegase Ismo, me encontré con mi chapa favorita a los pies de un par de chicas.

Ismo Alanko: El crack


Ismo, un crack

La verdad es que para no haber oido nada de Ismo Alanko antes me gustó bastante. Es una especie de Bunbury finés, y aunque escuchar las canciones en finés es bastante extraño se notaba que el tipo tenía talento y que era un showman al estilo las cosas que hace Bunbury.
Ismo estuvo tocando una hora y media mas el bis de rigor y la verdad es que cuando acabó todos nos sentimos muy satisfechos.

Mis finnish friend me prestaron el último disco de Ismo Alanko y la verdad es que me está gustando bastante. Desde el artwork de la portada hasta las canciones. Habrá que escuchar más de Ismo porque a sus espaldas tiene unos 25 años de carrera musical lo que no es moco de pavo. Nuevos cd’s acabarán cayendo en mis manos seguro.

Me mola el artwork de este disco

Más artwork
Detallitos del artwork del librito.

Por último, os traigo como regalito la canción del último disco de Ismo que me tiene enamorado: kaksi nelja viisi, o 2.45.
Todos a escucharla que se lo merece.