Aguardiente

De España me traje (y me trajeron) algún que otro producto para el deleite de propios y extraños.

Pero aunque puede parecer que sólo me traje cosas de comer eso no es verdad. Una botella de aguardiente casero viajó toda europa en mi maleta hasta acabar en las gargantas de Miguel, Álvaro y mías.

La noche prometía desde que Álvaro intentó entrar por la ventana:

Álvaro y la botella
Muy felices se las prometía

Mejor ahí
Amenazadores

No, es una trampa!
¡No!¡Es una trampa!

El aguardiente pegó duro, más de lo que yo me creía, y eso que no bebimos mucho, eso sí, con la alegría fuimos al Giggling Marlin a montarla un rato.

Con una golfa rusa
¿La gemela buena o la gemela mala? La gemela golfa

Risotás y de tó
Jolgorio

Hasta bien entrada la madrugada.
Y el aguardiente que sobró, para una queimada.