No es posible

Hace dos días la temperatura bajó desde unos apacibles veinte grados a unos cinco ayer por la mañana (granizada en Punkaharju incluida). Esta mañana, además, había un par de centímetros de nieve que aún podían verse donde daba la sombra a las diez de la mañana. Y cada vez que pasa una nube nieva en vez de llover.

Hablando con Kari esta mañana (han nombrado catedrático a Risto, mi finnish friend y estuve en una charla de una hora y media en finés) me ha dicho que la única diferencia entre el invierno finés y el verano finés es que el invierno dura más.

Pero al menos está verde y hay sol, cosa que no pasaba antes.