Resumen de mis primeros días en Finlandia (1)

Esta semana ha sido bastante intensa: aprender finés un poco (Kiitos, Anteeksi, hauska tutustua y cosas por el estilo), conocer a mucha gente (demasiados nombres para escribir), hacer varias fiestas (la última con presencia policial, pronto tendré fotos), mucha tortilla española y mil cosas más.

La cosa empezó así: el día antes de irme iba a ir a facturar el equipaje, pero tenía que ver a mis queridos amigos (increíble que tenga tan pocas fotos vuestras, colegas) y llegué a cosa de la una y media. Lo justo para pesar mi equipaje (30 kilos) y hablar con mi hermano.

A las tres de la mañana me levanté como un reloj y en cuanto me dí cuenta de lo que estaba haciendo noté un poco el miedo y la inseguridad ante todas las cosas que podían ir mal.
Me asustaba sobre todo que entre vuelos perdieran mi equipaje o que tuviera que facturar otra vez en ámsterdam lo que había facturado en España, siendo para mí solo un poco abrumador hacer todo esto.

Nos pusimos mis padres, mi hermana y yo en camino hacia el aeropuerto cargados de equipajes y un poco nerviosos todos. Mis hermanos nunca se fueron de erasmus, por lo que era la primera vez que todos nosotros nos veíamos en esa situación.

Una vez en el aeropuerto, una cola de cien personas con sus carritos de press here y el resto de sus cosas se empujaban mutuamente para pasar a facturar el equipaje.
Tras un buen rato en la cola (consejo: facturar el día de antes) llegué al mostrador en el que una amable chica me preguntó que si me iba de Erasmus y si tenía pasaporte (aquí en Finandia nadie ha oido hablar del DNI). Con una cara un poco menos alegre pero igualmente cándida me dijo que en Finlandia no iban a ser tan magnánimos como en España con el tema del sobrepeso y me dejaron pasar tranquilamente los diez kilos de más, conque apuntad: podéis traerme todo lo que queráis con un límite (todo el mundo se pasó de peso y sólo sé de una al que le hicieron pagar).

Después de eso me despedí de mis padres y hermana con un extraño hormigueo en el cuerpo, por verme una vez más en una situación un tanto abrumadora. Tomé aliento y pasé el control policial del aeropuerto, hacia el aeropuerto de destino: Helsinki-Vantaa.

Helsinki-Vantaa
Todos los caminos llevan a Vantaa, dice el carrito de llevar el equipaje

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Esta es la primera parte de una serie de posts sobre mis primeros días en Finlandia, del viaje que me llevó allí y de lo que sentí al llegar. Este es el índice de todos los artículos de esta serie, para que sea más fácil navegar por ella.



Curioso chiste sobre los nórdicos que cuentan

¿Como se sabe si un finlandés es extrovertido o introvertido?
Un finlandés introvertido, cuando habla contigo mira a sus zapatos.
Uno extrovertido cuando te habla mira a tus zapatos.

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Es mayormente cierto: los finlandeses son más introvertidos que nosotros. O, más correctamente, no necesitan hablar (hacer small talk) para pasar el tiempo tal y como nosotros lo necesitamos.

Pero por suerte el Erasmus en Finlandia es todo – en mis primeros días – todo fiestas y pocos finlandeses.

Con todo espero poner bastantes fotos por aquí pronto y hablar sobre los primeros días en finlandia y en el spanish ghetto (Latolankatu), en el que ya uno se siente como en casa.

¿Sabes algún otro chiste sobre los finlandeses o los nórdicos? Compártelo en los comentarios.



Hola señores – he aterrizado en Joensuu, Finlandia

Ahora ando en un ordenador que alguien se olvidó de dar de baja (la sesión) y con un teclado finlandés que no tiene las tildes en su sitio y tiene las siguientes vocales: ö, ä y å, con la ñ desaparecida en combate y teniendo que pulsar mil teclas para pillarla.

Lo primero es que el viaje fue bien; bien teniendo en cuenta que tuve que esperar unas nueve horas entre aeropuertos (dos madrid, cuatro +amsterdam) y la estación de trenes de Helsinki (Helsingfors).

Al final lleguäe a Joensuu a las siete de la mañana locales, y mi tutora me fue a recoger y a llevarme a casa. Busqué un teléfono público para llamar a mis padres pero aquí apenas hay diez en toda la ciudad y casi todos en el centro, así que una amabilísima dependienta de una gasolinera cercana a mi casa me dejó llamar desde ahí… a España (Con el 0800 110 340 se puede llamar a cobro revertido allí).

Mi piso tiene de momento las paredes desnudas y no hay más mobiliario que el básico para sobrevivir, así que si tenéis que venir a verme tendréis que traeros vuestro saco de dormir y una esterilla, al menos hasta que decidamos si compramos el sofá.

Esa es otra. Como compañeros de piso tengo a un par de amigos polacos, pero son bastante tímidos, de modo que no me dan ningún problema y ayer estuvimos hablando toda la tarde sobre Joensuu, España y Polonia. No puedo quejarme. Son Dominik y Wojtech (Voitek es como suena)

También conocí ayer, gracias a Jesús, el tipo que estuvo aquí el año pasado a Vihbor, un chico hindú de uno sesenta que lleva dos años viviendo aquí y se conoce a todo el mundo y todos los tejemanejes que hay que saber para sobrevivir aquí.
Además, es un tipo muy gracioso y también estuve hablando un buen rato con él. Si os imagináis a Vihbor diciendo «Oh, many tias buenas» o «many churris» me entenderéis perfectamente. Un gran tipo.

También conocí a Blas, un chico Español que lleva tres cuatro años viviendo aquí y muy majo también que tenía mi bici y mi survival package, pero por algun lío no pude cogerlo todo.

De momento no pongo más, pero pronto hablaré sobre mi primer día de clase y la gente que he conocido aquí, amén de más detalles sobre todo esto.

Un saludo a todos desde Joensuu!



Preparando el viaje

Hoy lunes empiezo a preparar las cosas para ir para allá, y de momento sólo quedan un par de cosas que atar antes de salir hacia Finlandia.

Finalmente, el trayecto que hago es Madrid-Helsinki con KLM, la compañía más barata y que menos problemas da a la hora de mirar las cosas. Yo lo cogí con su página Web, pero sino podéis acercaros al TIVE, la oficina juvenil de madrid en el que os buscarán vuelos. El mío sale de Madrid a las 6:40 de la mañana, hace escala en Ámsterdam (coñazo, intentad coger vuelo directo, el no esperar tres horas en un aeropuerto bien vale 30 o 40 euros más) y llega a Helsinki a las 4 de la tarde hora finlandesa (En Finlandia es una hora más que en España).
Una vez en Helsinki, y si me da tiempo, iré a la estación de trenes (bus urbano 615) y cogeré uno que sale a las 5 y media, y sino toca esperar al de las 9 de la noche, que llega al día siguiente y dura demasiado.

Una vez allí, mi tutora me estará esperando y me llevará a Latolankatu 9h 76c, el que será mi hogar durante los próximos meses y desde donde relataré todo lo que pasó en el viaje, podré las primeras fotos y comentaré al final qué demonios me llevé en la maleta.

Supongo que la próxima actualización será allí.