Productos de la tierra

Gracias a Raqueliña y a Javi y Bea ayer me pude tomar esto:

MMMM

Moriros de la envidia

El otro día además nos tomamos unas lentejas gracias al saber hacer de Miguel, a la página de Arguiñano y a las lentejas que mi madre (no, ella no tiene link) metió en mi maleta antes de volver aquí en el segundo cuatrimestre.

¿Iban a sobrar? Claro que no

Buenas buenas

La verdad es que tener materia prima española por aquí es un lujazo. Si miro a mi alrededor puedo ver una botella de vino español que allí puede costar sus tres euros, pero que aquí no baja de los diez; un envoltorio vacío de chocolate blanco Milkibar (no ha durado nada); una botella sin empezar de aguardiente que Iago me prometió convertir por arte de magia en una queimada; un bote de tomate frito Orlando que hace palidecer de envidia a cualquier tomate frito que se haya atrevido a aparecer en los supermercados de los países nórdicos; una botella de aceite virgen extra por la cual lloraré el día que se me acabe y por último dos chorizos de Salamanca como el hombre no ha probado jamás.

No es que Finlandia no tenga cosas buenas. Pero la tierra tira, y gastronómicamente más (alguien ha dicho ahora con un 30% más de patatas?)

Dejadles que disfruten de la comida del Carelia, dejadles…



Relato de mi viaje a Rusia desde Finlandia

Una de las experiencias que más me gustó cuando estuve en Finlandia fue, paradójicamente, ir a otro país. Estos links de abajo, por orden cronológico, fueron las diferentes experiencias que viví en Rusia y un relato pormenorizado de los detalles y cosas que hice en la tierra de los Zares.

Los artículos están llenos de cosas cosas que me hicieron gracia e interesaron en su día. Rusia es un país muy diferente, pero no tanto como muchos puedan pensar sin haberlo visitado antes. Aquí están los links a todos los capítulos de la serie de artículos, organizados como si de un índice se tratara.

Rusia 1, donde comento los preparativos para el viaje.
Rusia 2, cosas que pasan en la frontera.
Rusia 3, la entrada a San Petesburgo.
Rusia 4, saliendo por la noche en San Petesburgo.
Rusia 5, primera parte de la ruta por la ciudad, con parada en algunos de los lugares más emblemáticos.
Rusia 6, segunda parte de la ruta por San Petersburgo, visita al museo Hermitage incluída.
Rusia 7, más sobre el museo Hermitage y caminando por la ciudad.
Rusia 8, amaneciendo en la ciudad, y preparándose para más visitas.
Rusia 9, visita al palacio de los Zares.
Rusia 10, de compras por San Petesburgo y viaje a Moscú.
Rusia 11, en Moscú, haciendo las visitas más representativas. Plaza roja incluída.
Rusia 12, visita al Kremlin, al icónico metro de Moscú y e icónica foto en la plaza roja.

Mi viaje a Rusia

Rusia 13, epílogo del viaje.

Y ahora que este clásico del blog ha termiado, también te animo a revisar otra de las grandes sagas de posts que escribí: la serie de artículos en los que contaba mi llegada y mis primeros días en Finlandia. Es una guía sobre todo para el uso y disfrute de todos, pero en especial para los futuros Erasmus en Finlandia. Sé que ellos se van a sentir como yo cuando llegué aquí y es a la vez excitante y tranquilizador el leer estos posts.

El fondo soy un nostálgico, pero eso no es mala cosa.

¿Tú has estado en Rusia? ¿Cómo la visitaste?



Rusia (13)

El día siguiente en San Petesburgo fue un día de compras los que aún tenían algo que comprar, de visitas los que aún tenían algo que visitar y de paseos los que aún tenían energías. Yo me fui a comer con Florian, Tetris, Thomas, Sean, Ala y alguno más que no recuerdo.
Revisitamos la catedral de la Sangre Derramada, los puestecillos de enfrente, los campos de Marte, la plaza del Hermitage, después a ver otra vez San Isaac y a casa para prepararnos para la noche.

No me lo compré
No me lo compré, pero casi.

Como no sabíamos exactamente a donde ir volvimos al Marstall (sí, donde las tías que bailaban en barra americana en topless y aspecto de bar country) donde Mikko se erigió como una figura más importante que las propias bailarinas. Bebimos (mucho) con las últimas botellas de vodka y la cerveza del bar , reímos (muchisimo), bailamos (algunos más que otros) y a casa a dormirla. Como mis rublos empezaban a escasear me fui con los alemanes andando por San Petesburgo a las 4 de la mañana sin saber exactamente donde andábamos. Al final, eso sí, llegamos sanos y salvos.

Antes de salir: vodka
Entrando en calor antes de salir.

Al día siguiente nos quedamos dormidos Marta, Raquel y yo y bajamos los últimos al bus. Como vimos que seguía allí y que iba ser un día largo nos fuimos al buffet y llenamos todos los tupperware que llevaba encima (todo esto, claro, con el pedo del día anterior todavía ahí). Nos metimos al bus rumbo a nuestra querida Finlandia después.

En Rusia esa mañana lucía el sol y esaba a bajo cero, con lo que pudimos por primera vez notar lo que era estar a tan baja temperatura. Hicimos una parada en un pequeño lago que se había quedado helado con un monumento (otro) dedicado a la memoria de los caídos en la segunda guerra mundial.
También aprovechamos la última oportunidad que teníamos de hacernos una foto con Mikko antes de despedirnos para siempre. Este hombre estará en nuestra memoria para siempre, y que meses después nos acordemos aún de él dice mucho.

Luz
En el bus al salir esa mañana de San Petesburgo

Tetris
Con tetris en el Bus

Hoz y Martillo
El monumento a los caídos al lado del lago

Imitation of life
Imitando a Mikko.

Paramos antes de salir de Rusia en la gasolinera infecta donde estaba el tipo que vendía alcohol y tabaco, para que la gente que quisiera hiciera las últimas compras. Subimos otra vez al autobús y la gente empezó a esconder sus botellas de más (sólo se puede sacar de Rusia un litro por persona) y sus cartones de tabaco de más. También nos hicimos las últimas fotos de grupo dentro de Rusia.

El que no corre, vuela.
El que no corre, vuela

Everybody
Todos los de atrás

Yo
Y un servidor

Tras en engorro de la frontera reentramos en Finlandia y después de coger el tren de vuelta vimos las primeras nieves y al llegar a Joensuu nos encontramos con que todo tenía la capa de nieve que habíamos estado esperando algunos meses.
Y la aventura llegó a su fin.

Marta
Marta depués de los muchos tragos de vodka se rayó y pasó una semana repitiendo indiscriminadamente «la vodka la peor droga», «so…» y «oiga, señora, ¿Ha visto a Tetris?»

Tetris
Tetris dejó de ser dicharachera y volvió a su vida de siempre: se encerró en su habitación y no volvió a salir si había alguien en la casa.

Raquel
Raquel sigue enamorada de Mikko y se pasa el dia suspirando mientras mira por la ventana. Múltiples expertos recomendaron su sacrificio para que no sufriera más.

Mikko
Mikko dejó las cosas en el tren de vuelta a Oulu, se fue al servicio de la estación y el tren se fue sin él. Lo bordó.
Más de uno sí que sacrificaría a este elemento.

servidor
En cuanto a mí sufrí un trastorno según el cual cuando alguien nombraba el vodka tenía que beberme todo lo que hubiera alrededor. Se recomienda no llevarme la contraria en este aspecto. Nunca 😉 .



Pruebas (satisfactorias!) de youtube

Hace tiempo que anuncié mi voluntad de colgar videos de mí mismo y de mis cosas en Youtube, pero sin poder subirlos apropiadamente (esto es, que se vean desde aquí sin tener que poner un link a Youtube) fui dejando el tema. Hasta hoy.

Al final, y era una tontería en la que no he tenido ni que actualizar mi versión de WordPress ni instalar ningún plug-in, he descubierto que aunque el código que trae Youtube para colgar el video en un blog solo aparece para Blogger y similares si se copia el mismo código en blogs basados en WordPress la cosa funciona como debe y la prueba viviente la tenéis aquí abajo. Un vídeo de retrospecter que nos muestra la historia de una madre que no acepta a la novia de su hijo. Drama en estado puro para vosotros.

«Poesía fonética número uno».