Muchas son las maneras de moverse por Joensuu, sí. Aparte de los transportes que salen y entran de la ciudad, que no está del todo mal comunicada, están los que se pueden usar aquí.

El medio de transporte que todo el mundo usa es la bicicleta. Todo el mundo tiene una. Joensuu tiene carril bici por todas partes y la gente lo usa a conciencia. Las bicicletas son esenciales para moverse por las grandes distancias entre puntos de la ciudad, que parece que no pero como casi todos los barrios son residenciales la ciudad de Joensuu es inmensa para recorrerla de un punto a otro.

Mi querida bici

Para hacerse con una bicicleta lo más normal es alquilarla en el centro aunque, como yo, por un módico precio uno se puede hacer con una de segunda mano (por cierto, la mía está en venta: si vienes el año que viene a Joensuu avísame y lo arreglamos). Merece la pena tener una sobre todo si vives en la perifieria y no te quieres ajustar a los horarios de los autobuses. Además es típico en Finlandia.

Todo el mundo tiene una

Además, es una alternativa magnífica a los autobuses: pasan dos cada hora al centro y cuesta 2,60 euros un billete de un viaje, aunque se puede comprar el billete mensual por algo más de 50 euros, lo que, con la frecuencia de los buses y su calidad es un timo en toda regla. Eso sí, son puntuales a rabiar, como todos los transportes de aquí.

Los taxis son tan caros como pueden serlo en cualquier parte: doce euros por ir desde la estación de tren a Rantakylä (y supongo que más o menos lo mismo desde el centro) es el precio que hay que pagar por la comodidad, aunque no negaré que en las noches frías se convierte en una opción a tener en cuenta.

Coches de alquiler (en los rent a car) suelen ser caros por el precio de la gasolina y por lo caros que son en general. Scandia, sin embargo, es la mejor opción para hacerse viajes cortos a Koli, Ilomantsi o donde se tercie.

En invierno se puede ir con esquíes a todas partes haciendo esquí de fondo que, aunque sólo lo probé como deporte, también ví a gente yendo así de un lado a otro. Los patines de hielo sólo en el hielo, como cabe suponer, y los normales han vuelto ahora que pasó el invierno.

Mis sensaciones con la bici, mi medio de transporte, han sido varias; una por cada época del año: ir con la bici a menos treinta grados es toda una experiencia. Y en otoño/primavera es una gozada.
Compraros una bici. Os lo digo yo, Big In Finland