Pervertidos finlandeses

Joensuu es una ciudad pequeña y tranquila. Uno va por la calle y lo más normal es que la gente no haga excesivo ruido, que se comporten y que lo hagan todo con educación. Por otro lado como debe hacerse.
Y luego está el otro lado. Los borrachos gritan y arman escándalo en general. Y luego están los… guarretes.

Con esto quiero decir, la gente a la que les entran las ganas sexuales de repente y en cualquier moment to puedes encontrar con una pareja haciendo cosas que no se deben hacer en público. Mítico fue el día en el Giggling Marlin en que una señorita de 100 kilos de peso y demasiados años a sus espaldas se sentó con un pobre tipo y empezaron a hacer guarradas delante de todo el mundo. Y hay fotos (*Nota, por problemas con mi cuenta de carbonmade me han borrado un montón de fotos, esta entre ella. Ahora la podéis ver abajo). Ellos a lo suyo, claro, no lo hacían para que les vieses.

Slavena haciendo cochinadas
Sin embargo les vimos. Y Slavena se apuntó al magreo para hacer la gracia y la tía le tocó absolutamente todo

Otras historias que me contaró Miguel es que un día iba a Latolankatu en bici y al lado del río había una pareja literalmente haciéndolo sin ningún pudor. Y cuando a María y Esther se encontraron al volver a casa en un día de parranda con un hombre que se masturbaba mirando al camino… uno se plantea cómo de evolucionada está Finlandia (lo que se dice una autopaja).

¿Motivos? Pues no sé, supongo que los de siempre: alcohol y que los fineses se vuelven más locos en verano con esa agradable temperatura después de todo un inviernos blanco y nocturno.

¿Qué opinás del tema? Para mí es raro, raro. Darse besos en público es algo aceptado, pero esto es quizá cruzar la raya.