See you later alligator

Bjarne y un servidor en la fiesta de Halloween.

Elvis esta vivo/ Elvis es un buen tío/ espero que me invite a comer

Algunos la etiquetan de la mejor fiesta desde que estamos aquí. Les doy la razón.

Si no estais en la cola del super o ante un holocausto nuclear bajaros/compraros el disco de Tom Waits Used Songs. Cremita pura.



Dia de Todos los Santos finlandés

El primer sábado tras el 30 de Octubre es el día de Todos los Santos en Finlandia.

En Finlandia cambian muchas de las fiestas que deberían caer en un día concreto al primer sábado del mes y cosas así. Es el caso del Día de Todos los Santos.
Hablando con mis amigos fineses, me dijero que en Finlandia no se pasan los días de puente que caen en fin de semana a la semana siguiente, osea que además de cambiarlo de fecha al «primer sabado de» no dan fiesta. Vaya país de trabajadores, que me dijo Risto.

Los cementerios fineses nada tienen que ver con los españoles. En los finlandeses no hay nichos, lo más depresivo que he visto en toda mi vida, ni tumbas que se levantan un metro del suelo, horribles y la mayoría con mal gusto y sin encajar en conjunto. Aquí no.
En Finlandia el cementerio es como un jardín, en el que sólo encuentras las lápidas de la gente, todas ellas pequeñas, muy sobrias, y la mayoría de ellas parecen nuevas y con el mismo diseño. Los cementerios finlandeses son bonitos y nada depresivos, sin cipreses pero con árboles. Un lugar no solo para honrar a los muertos, también para pasear.

Según me han dicho, los fineses son muy respetuosos con sus muertos, y honran su memoria mucho. De este tema creo que no hablé con Risto y Aila, pero por mis visitas al cementerio creo que así es. Los antepasados son respetados.

El día de Todos los Santos en Finlandia se honra llevando una vela (no sé si más, porque la mayoría de las lápidas tenían más de una; aunque también puede ser porque tienen más de un familiar que les honra.).

Yo fuí a cosa de las ocho de la noche porque Marta me avisó de que los finlandeses llenaban el cementerio de velas y que era un espectáculo, de modo que me uní a Michel (que llevaba coche) y fuimos a verlo.

El cementerio estaba tal que así:


Luces por todas partes en el cementerio

Una tumba iluminada

En los cementerios de Finlandia hay también un lugar en el que dejar velas para la gente que reposa en otros cementerios y por tanto no pueden ir a ponerles una vela en persona. Eso era así:

Velas en el cementerio

Todos los santos en Finlandia

Las velas del cementerio en detalle



Rusia(1)

El miércoles de madrugada, como siempre a última hora, empecé a hacer la maleta para el inminente viaje a Rusia mientras hablaba con Marta y Bjarne por el messenger, preguntando a Marta por lo que se llevaba ella y hablando sencillamante con El Rubio.

Terminé de hacer la maleta a las 3 de la mañana y me dispuse a dormir una hora, por primera vez en mucho tiempo en mi propia cama, no sin antes acordarme de cumplir con el timetable de limpieza (esta vez, la ducha).

Puse dos despertadores en lugares diferentes de la habitación para que no me pasara lo mismo que a Rubén, que se quedó dormido y perdió su dinero y después, por fin, me fuí a dormir.

Por la mañana me levanté como si no hubiera dormido nada, nervioso. Me dí una ducha rápida y desayuné. Michel me llamó para asegurarse de que estaba despierto y bajé a la calle.
Mientras subía a casa de Patricia a coger unas cosillas y dejarle una nota mientras estaba dormida, me encontré con Raquel y Marta, que me dijeron que me diera prisa.

Cuando bajé estaban ya esperando los taxis, Marta, Raquel y Tetris (actually Silvana, pero por ser tétrica se le llama Tetris). Al poco llegaron Michel, Adam y Margaret y nos pusimos en camino.
Llegamos con tiempo de sobra al tren y pudimos esperar a Thomas, el alemán con menos sal que me he encontrado aquí y el gran Florian, un cachondo. Como nos habíamos comprado los billetes en distintos días nos había tocado en coches diferentes en el tren a Kuovola, pero nos sentamos todos juntos.

Con todo ello, y a las 6:15 en punto salió en tren y yo me puse a dormir en el camino, aunque eso supusiera perderse el amanecer y los campos helados de Finlandia. Me desperté un par de veces sólo para cambiarme de asiento porque el/la dueño del asiento llegaba hasta el final del viaje.

Allí nos esperaba el bus, que había llegado desde Oulu, todo lleno de gente de distintos países y, claro, también más españoles.

Viva nuestro conductor. Conductor. Etc
En el bus

El bus estaba un poco apagado, ya que los de Oulu habían salido la noche anterior y ya llevaban unas diez horas de viaje cuando llegamos nosotros. Tenían que coger el tren de Oulu a Tampere donde después cogieron el bus y les llevó a Kuovola; con lo que los de Joensuu éramos los únicos que le daban algo de marcha al ambiente, tomándonos unas cervezas en el bús con toda tranquilidad.

Después de un rato de bus, unos tres cuartos de hora, paramos en una estación de servicio cercana a la frontera con Rusia para tomar algo, poder cambiar algo de dinero y comprar si queríamos. En la estación de servicio intentamos averiguar de qué nacionalidades eran los tipos que venían en el mismo bus que nosostros y los que venían en el bus de al lado, encontrándonos un montón de Españoles, casi con toda seguridad el colectivo mayor del viaje.

Este es el primer post de una serie sobre mi viaje a Rusia. Este es el índice con todos los capítulos.



Javi(5): Diario martes, miércoles


Tiistai 11:

Me dormí, pero vimos esto.

El martes sería nuestro último día entero en Finlandia. Fuimos con nuestro anfitrión Santi a Helsinki a pasar el día y ver la ciudad. Desgraciadamente se quedó dormido y se nos escapó el primer tren de la mañana y perdimos unas horitas de luz (tan necesarias en el otoño finlandés). Nos alojamos esa noche en un albergue situado dentro del mítico “Olympia Standion”. Caminando por el pasillo a un lado estaban las habitaciones y al otro la pared se inclinaba ya que las gradas estaban al otro lado.

El estadio de Helsinki.

Al atardecer, después de recorrernos todo lo que pudimos de Helsinki y comprar algunos recuerdos, nos embarcamos en un ferry para visitar la isla de Suomenlinna. En torno a las orillas de la capital, el Báltico esta plagado de islas e islitas verdes, y en ésta hubo en su época un destacamento militar para la defensa contra Rusia. Ahora es una isla preciosa con mucha afluencia de turistas. Es bastante grande y tiene muchos salientes de modo que un gran número de brazos de mar se introducen en tierra y la isla parece un laberinto.

El puerto con los ferrys que llevan a Suomelina.
El puerto de los ferrys a Suomelina (Suome, de Finlandia; lina de castillo) y una de las plazas más importantes de Helsinki.

Nunca me acordaré de como se llama este lugar.
Sí, es Helsinki.

En la iglesia.
Escaleras arriba, en la iglesia.

En el ferry, al atardecer
Antes del atardecer.

Más Ferry.

Maroma del Báltico 100%
¿Qué es…? ¿No será…? ¡Sí! ¡Una maroma del Báltico!

Keskiviikko 12:
El final del viaje. Nos levantamos muy pronto por la mañana sin ganas de abandonar aquel bellísimo país.

Madrugada en Helsinki

Del albergue a la estación de autobuses fuimos en tranvía y al aeropuerto en autobús. Ya en el autobús se nos había echado el tiempo encima y me puse un poco nervioso porque avanzaban los minutos y no parecíamos llegar nunca al aeropuerto, atravesando continuamente los bosques que rodean Helsinki, envueltos en la niebla de la madrugada. Estos nervios también me recordaron a mi Interrail. Pero finalmente llegamos, una hora y poco antes, suficiente para embarcar el equipaje.

Edificio Finlandia

El vuelo fue tranquilo, y ya no tan impresionante para mí como la ida. Llegamos a Madrid en hora con una impresionante puntualidad, a las 14.30. Cuando salí a la calle eché de más el abrigo ya que la temperatura exterior permitía ir tan solo en jersey. La diferencia de temperatura fue mucho mayor que en la ida, cuando al salir de madrugada, el abrigo hizo falta tanto en Madrid como en Helsinki.

Pues bien, ya estábamos de nuevo en casa, y con muchos buenos recuerdos.

Por cierto… ¡¡¡No nos llovió ni un solo día!!!

Esto es todo lo que tenía que decir Javi sobre el asunto. Aún estoy esperando que Bea me dé algo, pero parece poco dada a ello.
No obstante, voy a poner las fotos en cuanto encuentre el Cd que las tiene y los artículos ganarán en todos los aspectos.

Todo ello, por supuesto, sin olvidarme de la maroma del báltico. ¿Qué os habíais creído?