Rusia(3)

Una cosa que comenté más de una vez en el viaje con Raquel y Marta era el sentimiento de encontrarte paseando por Rusia como quien pasea por su ciudad natal.
Vale que no conoces nada de la ciudad, y que sin un mapa estás más que perdido, pero también es cierto que cuanto más se viaja más insensible se vuelve uno al tema de estar en otra parte, o más bien uno se acostumbra a pertenecer a todas partes y a ninguna en especial.
Estar en la frontera rusa no era nada del otro mundo. Seguía habiendo gente que hablaba en un idioma desconocido, pero había campo, bosque, ciudades y gente.

We Are in Rusia, so...

En la estación de servicio había un tipo con un coche que vendía todo tipo de material excesivamente caro en Finlandia: cartones de tabaco Malboro a 8 euros, de L&M a 5, botellas de medio litro de vodka ruso a 3 euros (o 100 rublos), etc. Aparte de eso, el litro de gasolina tenía un precio irrisorio, 12 rublos el litro (30 centimos, más o menos) y había gasolina hasta de 92 octanos.

To' pedos

Casi todo el mundo se aprovisionó de vodka para la noche y nos fuimos de allí. Pasé dormido en el viaje la mayor parte del tiempo que pude, pero creo que no me perdí mucho, el día era gris y ver los bosques rusos era como ver los finlandeses. Monótono.

Poco a poco nos fuimos acercando a zonas más pobladas, y creo que me desperté en las afueras de San Petesburgo, en lo que parecían edificios… bueno, algo parecido a intento de edificios de corte moderno pero destartalados. Todo lo que se veía alrededor tenía una pinta vieja y descascarillada.
Poco a poco nos fuimos adentrando en la ciudad y la cosa seguía teniendo la misma pinta.

El tráfico de Rusia es una de las peores cosas que tiene el país, teniendo que ser muy diestro al volante si no quieres verte estampado contra otro coche o persona. Cruzar la calle en Rusia es más que una odisea: apenas existen los pasos de peatones y las calles tienen cuatro carriles casi todas. El nivel de tráfico también es un infierno, y tardamos en llegar al hotel media hora desde que entramos en las afueras de la ciudad.
La entrada a San Petesburgo es terriblemente fea por lo indicado antes y por ser la zona industrial. Si a esto le añadimos que el día era gris plomizo me hizo pensar en que iba a ser una mierda de ciudad.
Al adentrarnos poco a poco íbamos viendo algunos monumentos(curiosamente, muchas esfinges pequeñas al lado del río), el inmenso río de San Petesburgo (ahora es cuando hecho mano del mapa de San Petesburgo para leer que se llamaba Heba, osease Neva ) y alguna que otra cúpula de iglesias rusas que conoceríamos al día siguiente.

Después del aburridísimo atasco llegamos al hotel. Yo aún no tenía compañero de habitación, o más bien no sabía quién era, ya que como no me decidí a ir a Rusia hasta un día antes de que el plazo se acabara mis amigos de aquí ya estaban todos emparejados, de modo que antes de bajar del bus nos dijeron con quién nos tocaba y a mí me tocó con Philik (no se si se escribe así, por cierto), un alemán pelirojo con grandes patillas y ojos azules que estaba empezandose a quedar peligrosamente calvo.

Dejé las cosas en la habitación, me dí una ducha con agua marrón, me tomé un chocodrink y me bajé a cenar con los demás.



Vaya faena: oscuridad y mal tiempo esta semana

Viitu, satana, perkele!!

Llevo una semana sin ver el sol, con el sol poniéndose a las 4 de la tarde (cuando salgo de clase algunos días ya es de noche) y con lluvias cada día, y esta es la pevisión para la semana.
Casi, pero no del todo, enteramente diferente de un tiempo feliz.

La parte buena es que las nubes hacen de manto térmico y mantienen las temperaturas decentes (voy por ahí con mis chalecos aún 🙂 ), pero casi prefiero sol y bajo cero.
Risto y Aila me han dicho que este tiempo no es normal en absoluto. Joensuu debería ser más soleado, más frío y menos lluvioso.

Pero así son las cosas.



Rusia(2)

Una vez pasada la estación de servicio llegamos a la frontera en diez minutos. Mikko, el grande, el inimitable, el único, el «lider» de la expedición nos dijo por el micrófono del bus que estaba terminantemente prohibido sacar fotos en la frontera, que podíamos tener problemas si lo hacíamos, así que nadie hizo ninguna foto.

En el lado finlandés de la frontera tuve algunos problemillas por el mal estado del mi pasaporte.
— Se te ha caído agua encima? — me preguntaban
–Er… yes.
En realidad había pasado por mil bolsillos al viajar dos interrailes conmigo y usarlo como cartera al principio de mi Erasmus, con lo que se había desgastado bastante.

El tipo del lado finlandés de la frontera lo miró, lo remiró, le dió la vuelta, comprobó que no estaba pegado con pegamento y al final me lo dió y me dejó pasar.

Mientras avanzamos por la frontera entre los dos países se podía ver a una larga lista de camiones, esperando para entrar en Rusia. Adam, que estaba sentado al otro lado del pasillo del autobús pero a mi lado me contó que había gente que perdía literalmente la cabeza estando en las cabinas de esos camiones bloqueados en la frontera, y que se podían escuchar por las radios cosas extrañísimas por las radios: gente diciendo todos los tacos que se sabían uno tras otro una vez tras otra (all work and no play makes Jack a dull boy) y cosas por el estilo. Él lo sabía por tener amigos trabajando de ello en Polonia.
En el lado ruso de la frontera se repite la cosa, les enseño el pasaporte y esta vez sólo comprueban mi visado (con mi nombre escrito en caracteres rusos) y me sella el pasaporte. Estoy en Rusia al fin. Una hora más en el reloj. Dos horas más respecto a España.

Nos subimos después del chequeo general al bus y viajamos durante treinta minutos más o menos hasta pararnos en una estación de servicio.



Hibernación

Estos días ando liado con las fotos de los post de Javi (Bea puede que se anime, también. Yo desde luego le animo), mirando, seleccionando, reduciendo, subiendo a la web, linkando… osea que puede que tarde un poco en poner algo nuevo.

No obstante los post sobre Rusia están en ello (más tema de las fotos, desgraciadamente) y uno sobre la sauna está en gestación también (con fotos censuradas! y con mas trabajo con fotos), y lo que se me vaya ocurriendo.

Creo, sin embargo, que aunque el trabajo de las fotos sea grande, esto tiene una pinta mucho mejor que cuando empecé y como la media de kb de las fotos es una nimiedad (también pierden calidad en la reducción; sorry!) voy a saturar un poco esto de fotos para disfrute de propios y extraños.
Pero las actualizaciones estan ahí, simplemente hace falta que me anime un poco y cada comentario ayuda.

Actualización: Ya están las fotos de todos los post, incluyendo el de Helsinki.

Kyllä!