Recién llegado

Después de un viaje en bus incómodo y medianamente barato (no hay mucha diferencia con el tren) llegué a Latolankatu para confirmar que mis nuevos compañeros de piso son tan guarros como Michel me había dicho, que son alemanes y que se llaman Patrick y Stefan (interrupción del post por bola de nieve en la ventana: Miguel) y que es posible que se conocieran antes de venir aquí (no he podido hablar mucho con ellos, y quien sabe, a lo mejor se hablan solo por que son del mismo país, como haría yo).

Bueno, me piro a ver a Esther y Clara.



En dos dias estoy allí!

Dios santo!

Después de entre 10 y 12 litros de sangría con el spanish ghetto no puedo reprimirme: les envidio y quiero volver!

El tema de las fotitos está parado: hay muchos cumpleaños que resolver antes de que me vaya y de hecho no me va a dar tiempo a haceros/compraros algo a todos, espero que sepáis perdonarme.

Con todo, espero ver a los que podáis antes de irme (aunque estoy con el tiempo pegadísimo por preparativos y compras varias: la maleta se rellena con Don Simón), pero realmente quiero.

Emotividad al poder.

Por cierto, a Miguel le enteresará esto.



Gente

Voy a empezar hoy poniendo series de fotos de la gente que no seguirá el semestre que viene en Joensuu con nosotros; en varios lugares y situaciones, e intentando elegir siempre las mejores desde mi punto de vista. De la gente que cuenta, claro.

Homenaje en toda regla.



Renos: mi souvenir de Laponia

Ya tengo pedidos millonarios de renos para cuando visite Laponia. Me da pena haberme deshecho de ellos (de hecho, de todo lo que traje de Finlandia y Rusia solo me ha quedado un dedal-matriuska horrible que saqué a base de regateo) pero así es la vida y cuando la cajera vestida de elfo me vea con cuarenta renos más le va a dar un patatús.

Sed buenos en la noche de Reyes, niños.

Renos

¿Me estás mirando?