¡Demonios!

Cómo pasa el tiempo, un par de días sin posts se hacen una eternidad y los lecrores, decepcionados, abandonan el blog.

Pero no pasa nada, resumiré a lo sumo lo que he andado haciendo los últimos días y ya entraré en detalles en futuros post, que este es sólo para desempolvar las teclas del ordenador que llevaba sin pasar por casa unos cuantos días (concretamente es el cuarto día con la misma ropa, pero puedo asegurar que es el último y que tampoco la he gastado tanto). Total, que como en las series hoy toca post recopilatorio en el que se evocan los últimos acontecimientos.

Este fin de semana anduve relajado con el tema de que había tenido el jueves un examen y con la excusa no he hecho mucho. Ese jueves me fui a tomar algo con mis finnish friends y luego a casita a descansar después de haber dormido tres horas la noche anterior; el viernes dormí un montón y luego fiesta por el cumpleaños de nuestra extremeña favorita ; el sábado estuve todo el día con mis finnish friends en una comida familiar donde me trataron estupendamente (número de osos comidos por Santi: 1; número de Santis comidos por osos: 0), donde conocí a una estrella del hockey de Finlandia, a uno de los jefes de John Deere en Joensuu y hablamos de relaciones internacionales borrachos antes y después de una sauna tradicional (no eléctrica); el domingo me dediqué a dormir también y a ver la final de Taansin Tahtia Kansi, de la que pienso hablar en un próximo post y a salir por la noche un ratillo como buen domingo que era.

Y hoy vuelta a la realidad, lamentablemente. Y al trabajo.

Próximamente en Big In Finland… pues lo dicho.

A lo Tom Waits
A lo Tom Waits



Seguridad de tus cosas en Finlandia: total

Una de las cosas que más nos ha sorprendido a todos los españoles de Finlandia en general es la seguridad que se siente aquí (bueno, en Helsinki al llegar me sentí un pelín inseguro, pero sería cosa de los nervios).

Andando por la calle en Joensuu yo jamás me he sentido inseguro, y cosas como dejar tu bici sin el candado puesto un par de horas o dejarte el paraguas en la bici sin querer y que al volver todo siga en su sitio es algo, al menos para un español, insólito. La gente que te encuentras, incluso los que parecen amenazadores, no harían daño a una mosca. Estos críos…

La cosa más rara de todas es, no obstante, el tema del ropero. En los colegios y universidades, en vez de llevarte contigo el abrigo y dejarlo en el perchero de la clase como pasa en nuestro país desde párvulos a la universidad, los roperos están a la entrada y allí es donde deja todo el mundo los abrigos, guantes y demás trastos del frío. Yo tardé como seis meses en dejar el mío por primera vez y no llevármelo a todas partes, pero es que en mi tierra hubiera volado.

Seguridad a tope
Después de un día entero… sigue ahí!

Desde entonces lo más normal y lo primero que hay que hacer todos los días es, en vez de llevar los abrigos a todas partes, es dejarlo en el ropero. En los colegios, además, (o al menos el de Liperi) no se puede entrar en las aulas con calzado y los chavales sólo pueden ir calzados en el pasillo.

Y no solo eso, cuando alguien pierde por algún camino su bufanda o algún guante, al volver por el mismo camino es fácil encontrárselo colgado de alguna rama y es que, en eso, los fineses son de fiar.

Alguno ha tenido alguna mala experiencia en Finlandia en este tema? (Dejemos a Rusia fuera, sí.)



La biblioteca

Hoy estuve en la biblioteca pública de Joensuu para devolver unos cuantos discos.

Durante un tiempo la existencia de esta biblioteca era tomada como un mito: no era posible que te prestasen treinta cd’s por un período de treinta días. También lo de los libros en distintos idiomas y lo de cinco películas en DVD por un período de préstamo de una semana sonaba un poco a demasiado bueno para ser verdad.

No obstante un día nos acompañaron a Bjarne y a mí al lugar y desde entonces estoy ahí una vez al mes. La biblioteca está en la esquina de Merimiehenkatu con Koskikatu y es inmensa en toda su colección. Innumerables libros (los españoles están los clásicos que a todos nos mandaban en el colegio, como La Colmena de Cela y demás), unos cuantos DVD (no se sabe cuántos porque siempre vuelan y hay que tener suerte para cogerlos), cientos de cintas de vídeo y mil CD’s por lo menos.

Hoy no pensaba llevarme ninguno, pero al pasar por las novedades ví uno de Ismo Alanko y ya me tuve que quedar a ver. Además encontré el único disco de Del Amitri que no había escuchado, el Can You Do Me Good.

Can You Do Me Good?

En concreto, el botín del mes es

Portadas

Foo Fighters, The colour and the shape
Coldplay, X&Y
Del Amitri, Can you do me good?
Elvis, 30 números 1
Pink Floyd, The wall
Ismo Alanko, Jäätyneitä lauluja
The Dandy Warhols, Thirteen tales from urban bohemia
Woodstock 94. Ví las dos primeras canciones y me lo llevé: Live, Selling the drama y Del Amitri, Just like a man; y no pude resistirme.

Ya no hay excusas para no ir a la biblioteca.



Kiitos kaksi

Después de dejarlo una semana en el Posti (Correos, vamos) por tema de que cuando estaba abierto no podía y viceversa, he ido a por un paquetito que me han mandado desde España mi hermano y su novia.

Lo de mandar paquetes a Finlandia es un tema recurrente entre los españoles. Miguel es el más afortunado con muchos más paquetes que cualquier otro. Yo lo dejé caer en casa estas navidades y al final resultó para algo: más vale tarde que nunca.

Kiitos brother

Las viandas
Viandas. ¡Incluyendo una lata de alubias con chorizo!

Mi sudadera nueva
Y una sudadera nueva con un mensaje

Nothing is far away
Nothing is far away

Muchas gracias, Arturo y Patricia.