El hockey es el deporte oficial de Finlandia. Cuando uno piensa en Europa en general se puede llegar a pensar que el deporte rey es el fútbol en toda ella, aunque la verdad es que en los países nórdicos no es así: los equipos no son demasiado buenos.

Para una asignatura tuve que ir a hacer una encuesta a un colegio, y como mi compañero Marius y yo teníamos enchufe en el colegio de Liperi (nuestros respectivos finnish friend trabajaban allí) y fuimos a hacer encuestas para nuestro proyecto y, aportando nostros algo, dimos una pequeña charla sobre los países de los que veníamos. La única pregunta en el turno de preguntas fue… ¿os gusta el hockey?

Yo no tenía mucha idea de hockey, pero el sobrino de Risto jugaba en un equipo de primera división finlandés, el HIFK, y me invitaron a mí y a Miguel (que luego no pudo ir y fue reemplazado por Bjarne) a ver el partido.

Aunque no tenía muy claras las normas del hockey, nos presentamos en Kuopio (ciudad a 200 km de Joensuu y en la que hubo una prueba del campeonato del mundo de saltos de ski)

A punto de empezar

El estadio estaba lleno y más de 4000 personas habían ido a ver el partido. Risto y Aila iban explicándome (Bjarne había jugado de pequeño) qué era exactamente lo que pasaba en el campo y cómo estaba dividido el tiempo: tres tiempos de dieciocho minutos cada uno.

«Creo que si metemos un gol más que ellos, ganamos. ¿Lo entendéis?»- dijo el capitán del Kalpa

Entre cada tiempo solían poner anuncios en las pantallas gigantes y las cheerleaders se dedicaban a hacer lo que mejor sabían… en las gradas (y vigiladas por guardas de seguridad, todo sea dicho) porque en el centro una máquina se dedicaba a alisar otra vez el hielo.

Todos los niños quieren ese trabajo

El hockey es un deporte muy intenso: con los patines y el hielo se puede llegar muy rápido al otro lado del campo y esta misma velocidad es la que hace que haya un poco de violencia: uno se deja llevar contra los otros y darle algún golpe. Las mamparas de plástico de los laterales sirven además para estampar al contrario.

En medio del juego

Bjarne y yo disfrutando del espectáculo

En nuestro partido, en concreto, no hubo nada especialmente duro, y aunque intenté coger con mi cámara algún estampamiento contra la mampara, no pude coger el momento exacto. En el hockey se pueden hacer tantos cambios como el entrenador quiera por lo intenso del deporte, así que si uno juega en un equipo de hockey jugará siempre algún minuto, lo que no está nada mal.

Cambio en el HIFK

Con mis Finnish Friend

Al final el equipo del sobrino de Risto ganó 3 a 0 y, aunque luego no pudimos ir a ver qué tal le había ido (yo siempre con la esperanza de que me cayese una camiseta del HIFK 😉 ), le conocí unos meses más tarde y era un chico bastante simpático y reservado. Bastante finés.

Lo que sí que pude grabar con mi cámara, no obstante, fue uno de los tres goles del HIFK, marcado por la estrella del equipo cuyo nombre no recuerdo (y mirándo el artículo del Helsinguin Sanomat que recortaron miss finnish friend para mí tampoco me aclaro), uno de jugada individual tras un robo de disco.

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