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Una clínica finlandesa de alta tecnología insta al paciente a tratarse sólo

¿No nos enseñaban nuestras amorosas madres que automedicarse era cosa mala? Los finlandeses desafían la sabia opinión materna [1] (con matices).

La idea del proyecto piloto es que los pacientes se traten a sí mismos lo más lejos posible. Aquellos que necesiten los servicios de la clínica pueden acceder a los servicios online más fácilmente que antes.

Los retrasos deberían reducirse cuando los residentes aprendieran a hacer uso de los auto-tratamientos. En sólo una semana, el servicio online ha tenido 200 altas de pacientes registrados con su propia ficha médica.
«Lo primero que hay que reducir es el tráfico telefónico, ya que las citas se pueden hacer de forma electrónica. Tras ello, se reducirán las visitas. Los pacientes con enfermedades crónicas están aprendiendo a monitorizar su saludo ellos mismos con la ayuda de Internet, y no necesitarán tantas visitas de control. Al mismo tiempo, los que padecen un catarro corriente pueden obtener ayuda con el servicio Online», dice Keijo Koski, diretor del Servicio Municipal de Sald de Oulu.

El jefe del proyecto en el centro de Kaakkuri, Jari Ohtonen nos enseña la sala de auto-tratamiento. Camina junto al recibidor que pronto tendrá equipos de identificación biométrica. «En la habitación de auto-tratamiento el cliente (nota: traducción literal. No paciente, sino que lo llama cliente) puede tomarse una muestra de sangre o pesarse y rellenar con esa información su ficha electrónica».

Un hospital cualquiera
Un hospital cualquiera. Fuente [2].

Raro ver el titular (el mismo que de este post) y luego leer el artículo: parece que lo único de alta tecnología sea adaptar a internet lo que ya se hace en el Mundo Real.

Cosas raras aparte, lo primero que se me viene a la mente es que la introducción de esta tecnología parece estar hecha más para reducir costes (vaciar las salas de espera, no necesitar tantos recursos ni personal) que para traer una mejora sustancial a la vida de los pacientes.

Esto puede entenderse también porque en Finlandia la sanidad es pública, y cada vez parece que necesita más dinero de los contribuyentes (que ya pagan bastante, y sino basta buscar en este blog mismamente por la palabra impuestos [3]). Justo esta semana ha salido un estudio que indica que los costes se duplicarán en pacientes con cáncer [4], y si a eso se le suma que las enfermeras ahora cobrarán más [5] y que los finlandeses tienen grandes problemas con enfermedades relacionadas con el alcohol [6], la factura que deja al estado es considerablemente alta.

Bueno es ver, no obstante, que apuestan también por la eficiencia y no sólo por recaudar más para pagarlo. Los problemas se resuelven mejor si se aplican dos puntos de vista. Como escribe Jim Collins en su pedazo de libro «From Good To Great», es mejor focalizarse primero en lo que no hay que hacer y en lo que hay que dejar de hacer, a la hora de elaborar una receta para el éxito.

Por cierto, justo linkando al post de las enfermeras en Finlandia y también a un comentario de LK de la semana pasada [7], he recordado el tema de querer ir a trabajar a Finlandia en el sector de la salud sin saber finlandés. Es imposible. Si no entendéis al paciente en su idioma y de forma perfecta, no se puede desarrollar una actividad así. Y eso sin ponernos en el tema de los dialectos del finés.

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