Hasta que no vuelva a Joensuu, o hasta que no me arreglen el ordenador no volveré a escribir en la página.
Se siente.
Pero mientras tanto pulsé sobre el enlace de la webcam de Joensuu [1] que tiene Bea [2] y cuando aquí todavía es de día a las cinco y cuarto de la tarde allí ya llevan más de dos horas de noche.
Se hace todo muy raro.
Descubre más desde Big In Finland
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.