Productos de la tierra

Gracias a Raqueliña y a Javi y Bea ayer me pude tomar esto:

MMMM

Moriros de la envidia

El otro día además nos tomamos unas lentejas gracias al saber hacer de Miguel, a la página de Arguiñano y a las lentejas que mi madre (no, ella no tiene link) metió en mi maleta antes de volver aquí en el segundo cuatrimestre.

¿Iban a sobrar? Claro que no

Buenas buenas

La verdad es que tener materia prima española por aquí es un lujazo. Si miro a mi alrededor puedo ver una botella de vino español que allí puede costar sus tres euros, pero que aquí no baja de los diez; un envoltorio vacío de chocolate blanco Milkibar (no ha durado nada); una botella sin empezar de aguardiente que Iago me prometió convertir por arte de magia en una queimada; un bote de tomate frito Orlando que hace palidecer de envidia a cualquier tomate frito que se haya atrevido a aparecer en los supermercados de los países nórdicos; una botella de aceite virgen extra por la cual lloraré el día que se me acabe y por último dos chorizos de Salamanca como el hombre no ha probado jamás.

No es que Finlandia no tenga cosas buenas. Pero la tierra tira, y gastronómicamente más (alguien ha dicho ahora con un 30% más de patatas?)

Dejadles que disfruten de la comida del Carelia, dejadles…