Otra vez no…

No era un incidente aislado por la ola de frío siberiano. Qué va. Ha vuelto.

Y ayer por haber elegido unos malos calcetines, un mal calzado y por tener que quitarme un momento uno de los guantes creí que al final me tenían que amputar algun dedo. Por esta vez no.

Nooooo