Javi (2): Erasmus

Podría parecer extraño si le dijera a alguien que me ha impresionado más el ambiente Erasmus que Finlandia en sí.

Y es que una experiencia como el Erasmus deber ser vivida para comprender todo su alcance. Tengo una imagen muy nítida del momento en que llegamos a Latolankatu: un barrio acogedor donde nos encontramos con varios estudiantes con sus bicicletas a los que mi amigo Santi saludaba como si los conociera de toda la vida, con el trato de un antiguo barrio de pueblo, he incluso mejor porque allí todos son estudiantes y todos tienen la misma edad. En Latolankatu reina un ambiente de camaradería. Todo el mundo lo comparte todo si es necesario y si te encuentras con alguien por el camino cuando vas a la compra no te olvidas de preguntarle si quiere que le traigas algo. Se podría decir que los Erasmus son una piña, al menos es la impresión que yo recibí.

Por supuesto, habrá mejores y peores amigos, y gente con la que uno no se lleva bien. Y los inicios siempre son duros: Santi nos relataba como la primera semana no conocía a nadie. Pero en todo caso ves que la gente que hace Erasmus es principalmente buena gente, personas extrovertidas, y por regla general, tipos majos.

Espero que esto también ocurra en las residencias de otras universidades de otros países…