Hoy se va Miguel

Cuando se fue Michel ya ví un pequeño esbozo: no vi cómo la habitación se iba quedando más desnuda a cada vez que bajaba a decirle algo a Miguel y ver qué se tiraba, qué se llevaba, qué no podía tirar, y cómo descolgaba cosas de las paredes, entre ellas la bandera del Jippo Joensuu que siempre estuvo ahí.

Miguel fue haciendo un post diario relatando cómo se iba sintiendo los últimos tres días. Tres, Dous, Un. Magníficos, y dentro de poco yo también sabré de lo que habla. Pero ahora mismo estoy ocupadísimo finiquitando muchos trabajos para muchas asignaturas.

Dentro de un par de horas la última comida juntos, después de hacerlo casi a diario durante mucho tiempo. A las seis un adiós en la estación que, no engañamos a nadie, será un hasta pronto: dame un mes y estoy ahí. Dame mes y medio y nos vamos a Rotterdam a ver a Bjarne y (quizá) a Florian.

Que esto se acabe no es justo. Tener que irse no es justo.
Pero si la vida fuera justa no sería lo que es.