Eso mismo explica el Helsingin Sanomat [1] en dos artículos (primero [2] y segundo [3]), que paso a resumir a continuación.
La ciudad de Helsinki se está preparando para la llegada de un aluvión de mendigos, la mayoría de los nuevos estados de la UE como Rumanía y Bulgaria. La llegada masiva se espera para primavera, cuando el tiempo es más benévolo. La policía teme que una ola de delitos siga a la llegada de los mendigos.
Responsables de la policía dicen que el número de pedigüeños depende en lo que las señales positivas mandadas al país de origen por los que llegan primero. Si lo ganado pidiendo es bueno y la policía no se mete con ellos demasiado, vendrían muchos más. Los mendigos preguntados en el centro de Helsinki la semana pasada, dijeron que sus ganancias en Finlandia fueron las mejores de Europa: el año pasado los servicios sociales de Helsinki encontraron un piso a una madre con un hijo de dos años. Esa familia ya no es alojada por la ciudad, sino que «han ganado suficiente dinero para comprarse una casa por si mismos», dijo una responsable de los servicios sociales.
Pidiendo en las calles de Helsinki. Fuente [4].
La misma responsable dice «Estamos aún preocupados. Los niños siguen llevando ropa inadecuada, van drogados (con medicinas contra el dolor y la tos) y viven en la pobreza. Los mendigos quieren apelar a los ciudadanos con su miseria. Además, cuando los mendigos están en Finlandia, deben tratar a sus hijos como los demás lo hacen.
«En general, lo primero que hay que hacer es determinar cuales son sus intenciones. Si realmente quieren vivir aquí, tener trabajo y casa, deberían contactar con las organizaciones locales rumanas, por ejemplo para aprender la lengua», dice la secretaria del Consejo de Asuntos Rumanos de Finlandia.
El ministro del interior también ve mendicidad organizada, y eso es particularmente grave: «Si la gente está forzada por alguien para ir a las frías calles y ponerse de rodillas con una taza para paedir, es tráfico de humanos»
Recuerdo una escena de Gracias por Fumar en la que el protagonista va a ver a un magnate. Subiendo en el ascensor con el secretario del magnate, le dice al protagonista «¿oye eso?», a lo que el otro contesta «no». «Exacto», dice el secretario.
Pues esto es lo mismo. En Finlandia jamás vi a un mendigo ni la verdad es que reparé en que, efectivamente, raro es que no haya mendigos por allí. La cosa tenía lógica: un frío que pela. Pero ahora parece que va más allá y que en realidad ese no era el motivo, sino la probable saturación de otros países y que, una vez la gente habituada a verlos, sus ingresos descienden considerablemente.
En cualquier caso siempre circulan rumores de estas cosas. Que si ganan unos 100 eur al día o que si les das algo de ropa de abrigo (o zapatos), la próxima vez que se les ve siguen descalzos o medio desnudos, porque así ganan más dinero. Yo, de dar a alguien y no suele ser el caso, es a alguien que toca un instrumento. Y que lo hace en un momento y toca una canción en concreto que queda bien.
En cualquier caso, lástima. Finlandia también ha caído. La pregunta es: si a los finlandeses les gustan tan poco los inmigrantes… ¿podría ser esto algo que haga aún más fiero su rechazo hacia ellos?
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