Cosas que echo de menos en el extranjero (7): lo cañí

Cabeza de toro en la pared
Una cabeza de toro en la pared de, probablemente, un restaurante. ¿Hay algo más cañí? Lo dudo
. Fuente.

Sí amigos, aunque parezca mentira, echo de menos las cosas más típicas, con menos clase y con menos glamour de españa: lo cañí.

Aunque tirando de diccionario la Rae y Wikipedia me dicen que cañí es el pueblo y la raza gitana, yo siempre lo he tenido como acepción de todo aquello típicamente español, nuestros clichés patrios: las sevillanas, el flamencorro, los toros, los camareros que te hablan como si fuera cualquier cosa, las cabezas de toro en los restaurantes, los carteles de toros con sus entradas para José Tomás al lado y el caballero con el palillo entre los dientes y la americana por encima de los hombros. Dios santo, todo eso.

Si echo mano de memoria, creo que todo empezó en Finlandia. Las tortillas de patata y los paquetes con viandas que incluían chorizo salmantino y fabada asturiana. Algo imposible de conseguir en Finlandia, y aun así tan normal, nuestro y rico como podía ser aquello. Fue el primer paso.

Bailaoras sevillanas
Sí, son muñecas vestidas de sevillanas. Sigo acojonando con este post, hasta el final. Fuente

Luego, una vez afincado en Berlín, la cosa fue a mayores. Creo, incluso, que todo eso está amplifiado los últimos meses: aquí ando ya trabajando, con lo que no hay fecha de regreso seguro y definitivo a España, como podía pasar en el Erasmus y eso hace que piense poco en España y que cuando piense sea en cosas propias y distintivas.

Cada vez que voy a España, me maravillo de esas cosas que son el día a día de por allí, pero también están algo ocultas porque, como digo, son lo contrario de chic. No digo más que asistí a mi primer recital flamencorro el mes pasado, y que algo así que hubiera rechazado por dar una imagen que no correspondía con lo que yo tenía en la cabeza que era nuestro país ahora soy partícipe como aquel que lo ve todo por primera vez (o como un extranjero que vista España). Y me gusta y voy detrás de ello. Como los restaurantes cañís con sus cabezas de toro, posters de futbolistas y carteles de corridas colgados en la pared. Y así, con todo lo que huela a tópico y típico.

Para acabar, desde hace cosa de unos meses a veces por la calle hay algún olor que me dice «esto es España». Uno que me viene a la mente es aquella vez por mi barrio de Berlín que me vino olor a plaza de toros de las fiestas de un pueblo cualquiera en verano. La ostia.

Otras cosas que echo de menos (o no) en el extranjero.

Bonus track (no podría ser menos cañí):
Ian Brown – Stellify (escuchar | bajar)