Cosas que echo de menos en el extranjero (5): las madres más mayores

Es asomarme por la ventana en mi barrio (Friedrichshain, Berlín)y sólo ver gente de menos de 30 años. De hecho, si ves a alguien más mayor en este barrio significará que estan visitando a alguien.

Pero eso no es todo: también se ven por el barrio, y ya por toda la cuidad, un montón de madres jóvenes (¡menos de 30 años!).

Madre e hijo.
Un bebé dubitativo. Meditante. Con este tema me pasa lo mismo. Fuente (CC:by).

Ya comenté en su día una situación similar en Finlandia en el post Madres Precoces, y supongo que el que en el resto del mundo la gente se independice con 18 para nunca más volver, así como tener más dinero ayuda a tomar esa clase de decisiones. Yo incluso conozco a una chica embarazada de 8 meses que se ha casado hace poco (con 24 años) y eso es algo que, al menos a mí, me asusta: cuidar del bebé, alimentarlo y tener esa responsabilidad hace que a uno le cambie la vida. Y me gusta mi vida tal y como está. Incluso una vez de barbacoa con gente de 30 y pocos, todas las mujeres ya tenían a los hijos jugando. Y 5 de 6 estaban ya divorciadas (supongo que eso dará para otro post: ¡divorcios!).

Pero claro, a uno en el extranjero se le pone rápidamente la mosca detrás de la oreja. Si sales con una chica española no pasa nada, pero si sales con una chica extranjera antes de dos meses te preguntará si ves niños en tu futuro. Si les dices que no, dicen que ellas quieren estar con alguien que quiera tener niños. Si les dices que no sabes, igual.

¿Te verán como un candidato a posible papá? ¿Como un pedazo de carne al revés? No sé, pero echo de menos que todo el mundo quiera extender su juventud y no tener responsabilidades hasta después de los 32 de media. Como en nuestra España querida. Aunque luego se envejezca la población. Llamadme egoísta, pero me entendéis a la perfección.

Otras cosas que echo de menos (o no) en el extranjero.